No pienses que la desazón, soledad e incomprensión que sientes te son exclusivos. Muchos otros se sienten como tu, aunque engañen a los de más con una sonrisa pegada al rostro. Tampoco voy a decir que hay mucha gente que esta peor que tu, que no tienen que comer, no tiene familia, hogar, etc… porque la sociedad, a base de enseñárnoslo día tras día en la televisión, nos han hecho insensibles a ello. Nuestro pensamiento funciona ahora a la inversa, se ha vuelto egoísta y en lugar de compararnos con los mas desfavorecidos lo hacemos con los que están, en apariencia, mejor que nosotros, mas felices o con mas facilidades.
Siempre insatisfechos, siempre deseando tener algo mas, creyendo que un nuevo pantalón, un ordenador mas nuevo, un coche mas rápido o una casa mas grande nos harán mas felices. No es ahí donde reside la felicidad, la felicidad muchas veces vive en el pasado. En incontables ocasiones somos felices sin saberlo, sin poder saborearlo y solo al echar la vista atrás nos damos cuenta de cuan buenos fueron aquellos momentos. Puede que ahora lo seas, aunque no lo sientas, pues solo cuando pasa el momento o pierdes algo (o a alguien) eres capaz de apreciarlo, tardio recuerdo que ya solo puedes disfrutar en la memoria.
El amor por el contrario es la felicidad inversa, la sientes día a día mientras la vives. Pero una vez terminado el romance, el sentimiento se torna amargo dolor, si insistes en recordarlo. Olvidar no esta en nuestra mano… ¿y si lo estuviera? ¿Lo haríamos…? No, claro que no. Porque por alguna extraña y entupida razón nos gusta sufrir.
"Fueron aquellos tiempos, verdaderos tiempos felices. Aunque ellos no lo supieran entonces. Solo al cabo de años y años, los recordarían como una época muy hermosa, aunque ya imposible"
Siempre insatisfechos, siempre deseando tener algo mas, creyendo que un nuevo pantalón, un ordenador mas nuevo, un coche mas rápido o una casa mas grande nos harán mas felices. No es ahí donde reside la felicidad, la felicidad muchas veces vive en el pasado. En incontables ocasiones somos felices sin saberlo, sin poder saborearlo y solo al echar la vista atrás nos damos cuenta de cuan buenos fueron aquellos momentos. Puede que ahora lo seas, aunque no lo sientas, pues solo cuando pasa el momento o pierdes algo (o a alguien) eres capaz de apreciarlo, tardio recuerdo que ya solo puedes disfrutar en la memoria.
El amor por el contrario es la felicidad inversa, la sientes día a día mientras la vives. Pero una vez terminado el romance, el sentimiento se torna amargo dolor, si insistes en recordarlo. Olvidar no esta en nuestra mano… ¿y si lo estuviera? ¿Lo haríamos…? No, claro que no. Porque por alguna extraña y entupida razón nos gusta sufrir.
"Fueron aquellos tiempos, verdaderos tiempos felices. Aunque ellos no lo supieran entonces. Solo al cabo de años y años, los recordarían como una época muy hermosa, aunque ya imposible"
Olvidado rey Gudu (Ana María Matute)